Los Picos de Europa son uno de los macizos montañosos más espectaculares de la Península Ibérica y el primer Parque Nacional declarado en España en 1918 (entonces bajo el nombre de Parque Nacional de la Montaña de Covadonga). Se extienden por las provincias de Asturias, Cantabria y León, formando parte de la Cordillera Cantábrica.
Dividido en tres macizos —Occidental, Central y Oriental—, este paraíso natural ofrece imponentes cumbres (como el Torre Cerredo, de 2.650 m, el más alto del conjunto), profundos desfiladeros como el de Cares, verdes praderas, lagos glaciares como los Lagos de Covadonga, y una fauna variada que incluye rebecos, quebrantahuesos y osos pardos.
Es un lugar emblemático para senderistas, escaladores y amantes de la naturaleza. Rutas como la Ruta del Cares, el ascenso al Naranjo de Bulnes (Picu Urriellu) o la visita al Santuario de Covadonga atraen cada año a miles de viajeros.
Además de su riqueza geológica y paisajística, los Picos de Europa conservan un importante patrimonio cultural, con aldeas de montaña, pastores que elaboran queso Cabrales en cuevas naturales, y tradiciones rurales que han perdurado durante siglos.
En resumen: los Picos de Europa son un tesoro natural y cultural de España, donde la majestuosidad de la montaña se une a la autenticidad de la vida asturleonesa.